¿Alguna vez te has preguntado para qué sirven las cejas y las pestañas? Y es que más allá de su innegable función estética, estos elementos perioculares desempeñan un papel crucial en la salud y el bienestar de nuestros ojos.
Aunque con la evolución humana el vello corporal ha ido disminuyendo, las cejas y las pestañas se han mantenido como elementos esenciales. Y es que su función va mucho más allá de la simple apariencia. Actúan como escudos protectores frente a agentes externos, regulan la humedad ocular e incluso intervienen en la comunicación no verbal.
En este artículo, desde IOMESDE, tu clínica oftalmológica de confianza en Granollers, te invitamos a descubrir las funciones de las cejas y las pestañas, y a conocer cómo cuidarlas para mantener una mirada sana y radiante.
¿Qué son y para qué sirven las cejas?
Aunque a simple vista muchos vean las cejas como un elemento puramente estético, lo cierto es que desempeñan un papel fundamental en la protección y salud de nuestros ojos. ¡Vaya, que no están ahí de adorno!
En primer lugar, actúan como un escudo protector contra los elementos. Imagina la lluvia cayendo a cántaros o el sudor escurriendo por la frente en un día de calor… Gracias a su forma curva y a la dirección del vello, las cejas canalizan estos líquidos hacia los lados de la cara, evitando que lleguen a los ojos y dificulten la visión.
Además de desviar líquidos, las cejas también filtran la luz solar, el polvo y otras partículas que podrían irritar los ojos. Incluso ayudan a reducir el impacto de la radiación UV, aunque no debemos olvidar las gafas de sol para una protección completa.
Pero la función de las cejas va más allá de la protección física. Resulta que también juegan un papel crucial en la comunicación no verbal. Las cejas nos permiten expresar emociones como la sorpresa, la alegría, el enfado o la tristeza, añadiendo matices a nuestra comunicación y haciéndola más rica. De hecho, un estudio del MIT demostró que las cejas pueden ser más importantes que los propios ojos para el reconocimiento facial.
Por otra parte, es importante reseñar que determinadas condiciones como enfermedades autoinmunes, desequilibrios hormonales (alopecia, hipotiroidismo, lupus) pueden afectar su desarrollo y permanencia, evidenciando su delicado equilibrio biológico.
¿Qué son y para qué sirven las pestañas?
Las pestañas son estructuras pilosas ubicadas en los bordes de los párpados superiores e inferiores, que desempeñan funciones cruciales para la salud y protección ocular. Estas delicadas estructuras, formadas por queratina y con solo un 3% de agua, poseen características únicas que las distinguen de otros tipos de vello corporal.
Su función primordial es actuar como barrera protectora para los ojos, ya que forman un escudo natural que impide la entrada de partículas como polvo, arena, polen e incluso pequeños insectos, previniendo así posibles irritaciones, infecciones o lesiones oculares.
Además, funcionan como sensores táctiles altamente sensibles, activando el reflejo de parpadeo cuando detectan objetos cercanos al ojo, proporcionando una protección adicional.
Un estudio publicado en el Journal of the Royal Society en 2015 reveló que las pestañas también actúan como filtros de aire para los ojos. Esta investigación demostró que pueden reducir la evaporación de las lágrimas hasta en un 50%, contribuyendo significativamente a mantener una adecuada lubricación ocular y previniendo la sequedad.
Su crecimiento está influenciado por factores genéticos, dietéticos, hormonales y del estilo de vida. Curiosamente, el párpado superior alberga aproximadamente 200 pestañas distribuidas en tres capas, mientras que el inferior cuenta con unas 80, siendo estas últimas generalmente más débiles.
A pesar de su importancia, pueden ser origen de ciertos problemas de salud ocular. Condiciones como la blefaritis (inflamación del borde del párpado), orzuelos, chalazión (quiste en el párpado), triquiasis y distiquiasis (crecimiento anormal de las pestañas) pueden afectar estas estructuras y requerir atención médica.
¡Ojo con algunas modas!
En los últimos años, la estética de cejas y pestañas ha cobrado gran protagonismo, dando lugar a una proliferación de tratamientos y productos cosméticos. Sin embargo, es crucial ser conscientes de los riesgos potenciales asociados a estas prácticas de belleza.
El tinte de cejas y pestañas, una tendencia en auge, no está regulado por ningún organismo oficial. Y los expertos nos cansamos de advertir sobre los peligros potenciales de esta práctica, ya que los productos utilizados pueden contener químicos irritantes capaces de desencadenar reacciones alérgicas.
Las extensiones de pestañas, otro procedimiento popular, no están exentas de riesgos. El pegamento empleado en su aplicación puede provocar irritación ocular y, en algunos casos, reacciones alérgicas. Además, su uso prolongado podría debilitarlas.
Es importante destacar el caso del Bimatropost, un medicamento originalmente diseñado para el glaucoma que se ha popularizado para alargar y engrosar las pestañas. Aunque efectivo, puede ocasionar efectos secundarios preocupantes e irreversibles, como el oscurecimiento de la piel alrededor de los ojos e incluso del iris. Los riesgos asociados a estas prácticas cosméticas incluyen:
- Infecciones oculares
- Aparición de orzuelos
- Sequedad ocular
- Picor e inflamación
- Caída de cejas o pestañas
Es fundamental recordar que las cejas y pestañas no son meros elementos estéticos, sino estructuras con funciones protectoras vitales para nuestros ojos. Antes de someterse a cualquier tratamiento, es aconsejable consultar con un profesional de la salud ocular para evaluar los riesgos y beneficios.
En conclusión, aunque la estética es importante, bajo ningún concepto debe comprometer la salud ocular. Es esencial mantener un equilibrio entre el cuidado cosmético y la preservación de sus funciones naturales, priorizando siempre la salud y seguridad de nuestros ojos.
Cuidados esenciales
Cuidar de tus cejas y pestañas es verdaderamente importante. Aquí van algunos consejos para mantenerlas saludables:
- Mantén una buena higiene: límpialas suavemente cada día para evitar la acumulación de suciedad y maquillaje.
- Evita frotar tus ojos: frotar tus ojos con fuerza puede dañarlas.
- Usa productos de calidad: si te maquillas, opta por productos hipoalergénicos y fáciles de remover.
- Nutre tus cejas y pestañas: existen aceites y sérums específicos que pueden fortalecer su vello.
Curiosidades sobre cejas y pestañas
¿Sabías que las pestañas tardan entre 30 y 45 días en crecer completamente? ¿O que cada día se pierden naturalmente entre una y cinco pestañas, que son reemplazadas en un proceso que dura entre 8 y 10 semanas?
Por cierto, una última curiosidad. Los humanos somos de los pocos mamíferos que tenemos cejas visibles. Quizás por eso somos tan expresivos, o quizás es solo que la naturaleza tiene sentido del humor.
